Es un montaje básicamente de baile con una acomodadora/presentadora que le da el toque teatral y cabaretesco al conjunto del espectáculo; pero... salimos un poco decepcionadas del teatro... En nuestra opinión le faltó alma...
Por un lado las bailarinas y bailarines hacen bien su trabajo, bailan, sí, pero no transmiten... el espectáculo es de burlesque por su estética, pero si en lugar de corsets se hubieran puesto medias y calentadores se hubiera podido llamar Fama.
Streaptease sin erotismo, gags con poca gracia, un bailarín con tutú parodiando el lago de los cisnes... ¿Y te lo venden como espectáculo de burlesque y de cabaret?
La única que se acerca un poco a ello es la presentadora, ella sí que juega con el público y rompe la cuarta pared para que el montaje no sea solamente un espectáculo de danza.
Lo más ¿cómo decirlo? divertido, curioso,... freaky! fue el público en sí... una extraña mezcla, no sabemos si de despedidas de soltera, borrachillos o fans de verdad del montaje (porque hasta se sabían los diálogos (!!!)), que ocupaban el patio de butacas; había más fiesta abajo que en el escenario.
Y ese es el problema... en mi opinión este tipo de espectáculos no están hechos para un teatro, el teatro separa al espectador del artista y eso está muy bien si lo que vas a ver es Ibsen, ópera o ballet (aunque también lo podríamos discutir...) pero burlesque, cabaret,... requiere de un "tête à tête" con el público, de poner la carne en el asador, de jugar y hacer participar... no puede quedarse en unas cuantas coreografías correctas, cuatro chistes graciosillos y para casa que ya es tarde. Igual que dijimos hace unos meses del espectáculo de El Molino, basta ya de lugares comunes, transgredir no es enseñar las tetas y el culo, hay que buscar más allá!!
Penny
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